¿Sabe que diferencia una Farmacia de otra o un Farmacéutico de otro?, la información, elemento indispensable en el tratamiento del paciente y desafortunadamente tan poco utilizado en los servicios que se requirió de una norma legal para hacerlo cumplir.
Y es que en muchas Farmacias, especialmente los dispensarios que atienden al sistema de salud, los funcionarios se limitan a alcanzar frascos y muchos se escudan en el aviso obligatorio y sin sentido de "prohibido todo tipo de asesoría farmacológica por parte del personal diferente al QF", digo sin sentido por que los QF nunca están para atender al público, sin embargo la misma norma establece la ASISTENCIA BÁSICA FARMACÉUTICA que la mayoría desconoce.
La información en la Farmacia es tan importante que ha sido estudiada y sugerida por las organizaciones internacionales (OMS, OPS) como elemento fundamental de la terapia y de apoyo a la Salud Pública, el no dar información al paciente puede causar graves efectos sobre su salud.
Siendo tan importante, ¿porqué no se informa y educa al paciente?
Hay varios factores:
1. Falta formación desde la academia, es que aún se insiste en formar al nuevo personal de farmacia hacia el producto o el proceso, no existe una cátedra de dispensación.
2. El enfoque de las autoridades hacia lo técnico del servicio farmacéutico y no hacia lo asistencial, es más importante la infraestructura que el ejercicio de la farmacia, situación que ocurre en la mayoría de las dependencias de la IVC
3. La obsolescencia de las normas que permiten que personal sin formación académica puedan dirigir una Farmacia, esto es el mayor causante del mercantilismo.
4. La mecanización de la dispensación que termina convirtiendo al dispensador en un alcanza frascos, término molesto por cierto pero aplicable en la mayoría de los casos.
5. La idea errónea de muchos farmacéuticos de creer que la dispensación en una actividad menor que pueden cumplir los auxiliares de farmacia en tanto que ellos se dedican a realizar acciones administrativas.
Informar y educar al paciente inicia por establecer desde la farmacia políticas claras que incluyen no solo las correspondiente al servicio farmacéutico, también el sistema de vigilancia de los productos farmacéuticos, los criterios de desempeño y evaluación del servicio, la metodología para el manejo de sugerencias, pero sobre todo la educación al paciente que permitan prevenir, detectar y corregir Problemas Relacionados con el Uso de los Medicamentos, siendo éste último el elemento fundamental del servicio.
Desde el punto de vista comercial la información y educación al paciente por parte del farmacéutico es un factor diferencial frente a otros establecimientos, paradójicamente esto es un tema que lo conocen y aplican muy bien el personal empírico el cual en muchas ocasiones es quien corrige muchos de los errores u omisiones que cometen quienes cuentan con un título académico.
La información y la educación al paciente no solo debe ser un tema normativo, debe ser ante todo un elemento actitudinal del personal de la farmacia y un derecho de los pacientes.
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